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lunes, 24 de febrero de 2014

Cáncer



                Sé con justa razón por qué se mata, por qué se hiere. Por qué nos suicidamos con la pistola del amor. Por qué nos volvemos locos ante el susurro del viento que te dice al oído el nombre de la persona que amas, tan solo para hacerte recordar que no la tienes a tu lado.
                Y yo me pregunto, ¿por qué no puedes ser? ¿Por qué no puedes ser mi cáncer? Quiero que lo seas, que vivas dentro de mí y no te pueda eliminar. Estar siempre juntos. Aliméntate de mí, consúmeme hasta morir. ¿Por qué no eres tú mi cáncer para no separarnos nunca, para tenerte día y noche? Sé mi cáncer para que puedas conocer mis sueños. Podrías a través del dolor hacerme saber que estás conmigo y no te olvidaría jamás. Moriríamos juntos, viviría hasta que tú así lo decidieras. Irías a donde yo fuera. ¿Te das cuenta que te quiero? En realidad no sé por qué no puedo dejar de extrañarte, no puedo dejar de pensarte y es que te llevo siempre en mi mente. Pero no te veo, no te siento. Quiero acariciarte, quiero tocarte. Eres tan solo una realidad efímera.
                Pero en mis periodos de lucidez te conviertes en un dulce sueño sin escape a la realidad. Y así es como quiero partir. Con la luz de tu mirar. 



FRAGMENTO

XXII


…A lo lejos, muy a lo lejos el trinar de las aves me sustrae de mis ensoñaciones y termino por abrir los ojos lastimados por la luz matinal y al instante devuelvo mi conciencia hacia una realidad que mata, que duele, que hiere sin cesar. Y con deseos de morir para poder vivir en el sueño eterno me incorporo una vez más para realizar la rutina de cada día: subsistir miserablemente en un lugar en el tiempo donde jamás he pertenecido. Quisiera ser libre. 

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  Ale... Desde el Infierno
     Copyright©2014 Rubén Alejandro Domínguez Jameson All Rights Reserved



Iluso



                ¿Cómo creer en algo o en alguien cuando el conejo de la luna se ha desangrado en perlas al anochecer? ¿Cómo decir aquella palabra callada durante la ausencia de la consciencia y la razón? ¿Cómo romper ese silencio traicionero que da vueltas en el laberinto de mi corazón? ¿Cómo mirar hacia arriba sin creer que te caerás al mar que es el cielo, donde las nubes marchitas se convierten en espuma salada y el azul infinito promete engullirte para no dejarte asomar jamás la tez en esta tierra de indómita moralidad corrompida?

                Majestuosas son las estrellas, tan brillantes y tan ajenas a la ansiedad, al dolor y al temor a la realización de los terrores más oscuros de mi alma; el cielo se empapa de millones de luces brillantes que iluminan en el rostro mi derrota y mi futuro. Y es aquí donde vienen las lágrimas.

                Apasionadas tantas cortinas de ilusión que fueron tejidas con el más hermoso hilo de nobleza, tan solo para descubrir el verdadero sabor de la amargura. Yo no tengo más recuerdos, solo queda el mar derramado por mis ojos sobre lugares infinitos, con la lluvia misma se ha perdido la memoria, se ha borrado para siempre la huella del paso que una vez tuve. Toda lágrima ha quedado sobre los árboles, sobre la luna, sobre tu recuerdo. He inundado con amor el alma de la gente que me engaña. Y si en algún momento fui farol que alumbró sus caminos, tan solo ha sido para quedarme en total penumbra una y otra vez.

¿Y todo para qué ha servido? Me pregunto sobre lo aprendido y lo olvidado. Mi polaridad entre el odio y el amor. ¿Cuál habrá de ser mi lado definitivo y verdadero? Muchas veces me despierto y al mirarme al espejo es cuando me doy cuenta de lo iluso que uno puede llegar a ser.




Ale... Desde el Infierno
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jueves, 20 de febrero de 2014

Fragmentos




X

Fuiste un fantasma escondido entre las sombras en algún rincón de mi ser durante tantos años y tantos sueños. Y de repente apareces para dar vida con tus besos a un corazón que muerto se erigía claudicante cual mecanismo de cuerda (y la cuerda a punto de concluir su ciclo se encontraba). Ahora lúcido te busco y ahí estás en cualquier dirección que mis ojos lastimados por los paisajes eléctricos de tu recuerdo pueden alcanzar y evoco desesperadamente ese momento junto a ti; absorto de todo pensamiento, solamente con el deseo de sumergirme en tu mirada y quedarme para siempre perdido en el bosque de tu recuerdo. Tus labios tibios lo fueron todo y ahora yo me he quedado aquí sumergido en un pozo de tristeza sin el brillo de tu luz, mientras tú, errante, iluminas otros cielos que no alcanzo a distinguir.

Yo no sé qué pasará conmigo de aquí en adelante, saldré todas las noches con la ilusión de poderte ver al paso mientras tú, soberbia, ríes sin querer volver a deslumbrarme. Y aunque sea sólo eso, una mirada apagada; también lo será todo para mí como en aquella noche fantástica. Y cuando la muerte trémula baje por fin mis párpados cansados, yo me quedaré con el último recuerdo de mi mirar: la insulsa belleza lunar.    




             XIII

Mi dolor es tan vasto como los océanos de tiempo que he caminado por esta realidad difusa que opaca mi razón y enturbia mi corazón. Sólo deseo que las cosas vuelvan a ser como eran antes.  Solía estar a solas la mayor parte del tiempo, y la soledad también lastimaba y hería y las heridas dejaban cicatrices para recordar cada caída y cada golpe; pero a final de cuentas con ese dolor se podía ser feliz porque uno no perdía su integridad. Sin embargo desear, querer, amar, todo es ir dejando en el camino una pequeña y sutil porción de lo que somos, es ir perdiendo la integridad, irnos desgajando, irnos perdiendo en el universo…



 XVIII

He caminado por la vida, ausente la mayor parte del tiempo, perdido entre sueños y mariposas, hundido en pensamientos autodestructivos. Soy como te dije, experto en tomar la peor decisión y también soy víctima de las consecuencias de mi propio cataclismo. Tan sólo un robot programado para hacer lo que se debe hacer. La vida para mí no ha tenido demasiado sentido. Ayer me levanté con ganas de vivir, de verdaderamente vivir la vida, no pasaron ni treinta minutos y la sombra regresó: deseaba estar muerto otra vez y pensaba ya en mil formas para lograr mi cometido. Soy detestable, negativo, deprimente, perfeccionista a más no poder. No puedo ni podré ser feliz, siempre lo he sabido. simplemente porque yo soy yo. Porque me miro al espejo y veo a una persona odiosa, rencorosa, vengativa y vil. No sé qué ocurre conmigo. Pero quiero terminar. Ya no soporto más esto. Quiero escapar, huir de todo, de todos, de mí. No puedo luchar más contra este sentimiento, pues sé con certeza que tampoco hay segundas oportunidades. No se puede empezar de nuevo. El daño está hecho. Ya ha comenzado. El fin se acerca…



XX

Quisiera irme ya. Me siento tan cansado. El predominante gris de mi existencia me agobia, soy infinito otoño, siempre deshojándose mi interior, siempre muriendo en vida. En mi horizonte no hay sol ni bruma, no hay mar ni arena, no hay cielo, no hay nada. Sólo desolación. Ya me harté de esta interminable búsqueda infructuosa donde mi destino es jamás encontrar porque ni siquiera sé qué es lo que estoy buscando. Mi corazón está tan frío. Quiero perderme para siempre junto a lo que no tiene nombre.

Hace unos seis meses tuve un ataque de locura y rompí todas mis guitarras,  juré no volver a tocar nunca más. Hace un mes aproximadamente sentí ganas de componer algo, pero reprimí esas ganas y a partir de ese momento me he sentido incompleto. Me siento vacío, siento que estoy triste todo el tiempo; pero no sé si es por las guitarras o las guitarras tan sólo son el antifaz de problemas más hondos y dolores más arraigados. En fin. En este preciso instante quisiera estar junto a ti... ya después de eso alejado de la esperanza y la fe podría jalar el gatillo... Hasta sin pretenderlo eres cruel, Cruel.




Ale... Desde el Infierno
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