El día de ayer (sábado) fui al tianguis del chopo, una buena costumbre de la gente joven que estoy retomando; y en mi viaje por los puestos de música, playeras y demás artículos rockero-metaleros me topé con que había unos "chavos" tocando guitarra y llamaron poderosamente mi atención, iba en compañía de mi esposa y mi hija y nos quedamos buen rato escuchando el recital. Estuvimos poco más de una hora deleitando nuestros oídos con aquellas melodías tan bien trabajadas. Me quedé honestamente impresionado y mi mente comenzó a perderse profundamente mientras mi subconsciente absorbía lo que más se podía de aquella armonía perfecta...
Jamás me he considerado una persona malinchista, pero en el mundillo del metal no había yo encontrado ese elemento en los grupos nacionales, eso que hace que quieras comprarte el cd o portar con orgullo una playera. Más bien creo que siempre ando en una constante búsqueda de grupos y artistas que valgan la pena y los exponentes mexicanos simplemente no habían pasado por mis oídos ni mi conocimiento.
Ahora que se dio la oportunidad de escuchar a Santiago Mora y a Jaime Rosas en "el chopo" me di cuenta que todos estos años he vivido en un error: en México hay calidad a la altura de quienes hasta consideramos deidades de la música y estos exponentes de México no le piden nada a los extranjeros, a lo mejor hasta son mejores que algunos foráneos que vienen a nuestras tierras y se transforman en auténticas divas y les tenemos que mendigar una mirada, un saludo, y qué decir de un autógrafo. Pues bien, estos dos guitarristas que no le piden nada a nadie musicalmente son estupendos seres humanos: sencillos y humildes, te estrechan la mano y te dan una foto autografiada, les llamas por su nombre y no te miran como si les hubieras faltado al respeto; no te ven desde algún tipo de pedestal.
Santiago Mora - Rainmaker
Santiago Mora - Fantasmagoric
Santiago Mora - Heaven & Hell
Ahora que lo medito bien el principal motivo por el cual me encontraba renuente a la escucha de grupos metaleros o rockeros independientes de México era por la sencilla razón de que en los conciertos que me había tocado presenciar siempre los teloneros son los de nuestro país y el audio de estas bandas en todas las ocasiones había dejado mucho que desear, tanto que ni siquiera podía entender qué es lo que estaban tocando, salía sin ganas de adquirir un disco que no sabes a qué sonará. Pero jamás le di una oportunidad a las grabaciones de estudio de estas bandas. Es hora de remendar el error. Y esto gracias a los increíbles guitarristas (independientes) que son Santiago Mora y Jaime Rosas. Apoyen a los músicos de México, no cometan el error que yo cometí durante muchos años.
Próximamente se presenta en nuestro país Morbid Angel directamente desde Tampa, Florida. Considerada como una banda pionera de Death Metal que se formó en 1983. Ahí estaré para presenciar por cuarta vez su poder en escena. Pero antes del Infierno en la Tierra tenemos que prestar especial atención a su última producción después de una ausencia en los estudios desde 2003. "Illud Divinum Insanus" es un disco diferente y quizá polémico, pues el grupo apuesta por una experimentación en su sonido, aunque siempre con el sello del guitarrista Trey Azagthoth. Personalmente esta variación ha sido de mi agrado a medias; sobre todo porque su anterior trabajo ("Heretic") fue un tanto flojo a mi parecer.
Especialmente para que "el doctor" se prepare para la hecatombe que se aproxima...
"Existo Vulgoré", "Blades For Baal", "Nevermore" y "Beauty Meets The Beast" son los únicos tracks a lo Morbid Angel clásico. Todo lo demás es para muchos una colección de bromas de mal gusto que incluso impulsó a algunos a querer devolver el CD. Para otros no es más que una evolución (¿involución?) de su sonido y yo creo que no es tanto una evolución sino una simple experimentación hacia sonidos más industriales. En lo personal sí me agradaron los temas "Too Extreme!" y "I Am Morbid" porque escuchamos una guitarra a lo Trey Azagthoth. Lamentablemente David Vincent se escucha un poco flojo en los tracks experimentales. Para ser honestos sí hay canciones demasiado alejadas de los territorios infernales de Morbid Angel, que hasta me hacen recordar a Rammstein ("Destructos Vs. The Earth/Attack") y una decepcionante "Radikult" que más bien parece un tributo a Marilyn Manson.
En este momento de agonía, en esta tarde calurosa escribo estas líneas para ti en particular. Porque mientras observo perderse el sol en lontananza pienso en ti y en el pasado a su vez y me pregunto si me pensarás... pero por supuesto que yo sé que no, porque tú al igual que todos los demás habrás seguido tu camino y también habrás dejado atrás lo que ya fue, lo que es pasado.
El problema es que yo no pude hacerlo, no pude caminar más hacia delante, me quedé estancado en ese pasado de añoranza y lo abracé tan fuerte y tan fuerte me acogió que no nos pudimos separar más.
Ahora soy como un fantasma, como una alma en pena que se dedica a visitar esos lugares donde ahora solo caminan personas distintas, personas jóvenes siempre y yo cada vez estoy más viejo y más cansado, cada vez estoy más enfermo. ¿Dónde te has ido? ¿a dónde te has metido? porque yo cierro mis ojos y te recuerdo como en aquel entonces, pero si nos viéramos quizás no nos reconoceríamos. ¡Qué dolor y qué tristeza! No sé qué error cometí para no poder abandonar mis recuerdos; ahora mis pensamientos se han vuelto sombríos, mis ojos son pozos de soledad y vacío. Es como si una luz de bengala se encendiera en mi mundo autista y por segundos fuera consciente de mi padecer y peor aún es porque no quiero dejar este mundo irreal, ese pedazo de tiempo que aprieto desvencijado con garras y dientes pero que también me hiere tanto.
¿Qué será de esa persona que alguna vez amé? No de ti, de la otra tú, la del pasado, la de mi mundo, la de mis lunas. Porque ahora eres uno de mis mil deseos imposibles de mirar la realidad...
El miércoles (vaya día para un concierto) 10 de agosto se presentó Testament en el Circo Volador, la casa del metal en el Distrito Federal. En esta ocasión la banda telonera fue Strikemaster quienes se despidieron de la audiencia (¿temporalmente? ¿en definitiva?) y quisieron hacerlo a lo grande: plasmando su corta estancia en el escenario en la inmortalidad de las cámaras que ofrecerán seguramente un DVD en un futuro próximo (¡¡¡lástima del sónido!!!). La banda con lo que pudo calentó bien el ambiente preparándonos para la llegada de Chuck Billy y compañía, lamentablemente y para mi gusto el sonido tampoco fue de lo mejor (a sabiendas que el lugar nunca se ha dado para una buena escucha), pero con el calor de las “chelas” y el “slam” eso pasó a segundo término. Comenzó el recital con bastante energía y en muy poco tiempo la andanada de clásicos no se hizo esperar, momentos espectaculares y llenos de energía se vivieron al compás de “The Preacher, “Into The Pit”, “Practice What You Preach”, “Souls Of Black” hasta el momento cumbre en que se desató el apocalipsis con “Disciples Of The Watch”. Una gran experiencia de vida más, personalmente tenía mucha expectación por volver a verme las caras con los señores de Testament, pues si mal no recuerdo esta banda fue la primera que yo vi en vivo cando era apenas un chamaco de secundaria; en aquella ocasión se presentaron en el Ex Balneario Olímpico en Pantitlan y cómo olvidarlo, pues prácticamente ellos les abrieron a Raxas, Ramsés y Next. Bien por estos pioneros del Thrash Metal, se agradece su apocalíptica energía a pesar de tanto tiempo y tantas batallas, especialmente por conservar el espíritu intacto y las ganas de hacer buena música. Gracias por volver para mí el tiempo atrás y provocar una sonrisa juvenil en un rostro ya marcado por los años.
1988 fue un año crucial para la historia del metal, pero sobre todo del Thrash Metal; porque se dieron lanzamientos muy importantes de bandas que a la posteridad se convertirían en referentes obligados en la historia del rock pesado y Testament fue una de esas bandas que a veces se les llega a restar méritos e irrespetar su categoría de precursor junto a los gigantes del área de la bahía de San Francisco. “The New Order” es el segundo disco de esta banda estadounidense, es un trabajo conciso y sumamente técnico, se ha convertido en un clásico con riffs furiosos e increíble armonía en gran medida gracias al talento de su guitarrista Alex Skolnick. Grandes canciones se desprenden de esta placa tales como “Into The Pit”, “The Preacher”, “Disciples Of The Watch” o la misma “The New Order”; yo en lo personal también colocaría como clásico el track con el que abre el disco: “Eerie Inhabitants”; incluso se hizo el video oficial de "Trial By Fire". "A Day Of Reckoning" no es un gran track, pero para nada desentona. Quizá los momentos más flojos sean en las dos canciones instrumentales ("Hypnosis" y "A Musical Death") y el cover que se hizo a "Nobody´s Fault" de Aerosmith y que sólo apareció en el formato CD y digo esto porque a mi muy personal punto de vista nunca me han gustado los covers dentro del disco de cualquier banda, creo que para eso hay discos tributo a tal o cual agrupación; pero eso no le resta adrenalina a la escucha de esta impresionante grabación. Sin lugar a dudas no estamos ante su mejor trabajo, pero de aquí se toma el mayor número de canciones para sus presentaciones en vivo.
En pocas palabras no debes perder la oportunidad de deleitar tus oídos con este finísimo material de la vieja escuela.
Me gusta imaginar que no te conozco, que jamás te he visto. Me gusta pensar que jamás llegaré a saber quién eres, cómo serás. Y todo porque así de esta manera la ilusión de un mañana vuelve a rozar mis labios cada vez que despierto. Apenas hace dos días que creí morir. Con esta es la tercera vez; la primera no tuve miedo, incluso sentí excitación de saber que me perdería en los océanos y me volvería parte de su inmensidad; la segunda, tampoco tuve miedo pero ya no hubo esa hermosa sensación de la primera vez, en esta ocasión tan sólo fue la resignación la que invadió cada rincón de mi ser, de mi existir; pero esta tercera vez tuve miedo, simple y llano miedo: un miedo terrorífico de saber que te vas sin terminar asuntos, sin descubrir maravillas, sin cumplir sueños. En fin que no morí y aquí estoy escribiéndote. Pero ahora ya con el hálito de vida rebosante en mis pulmones, creo que lo que sentí esa noche es lo que hace que cuando te mueres no te quieras ir, te quedas en este mundo de los vivos queriendo terminar lo inconcluso, me gustaría ser un fantasma... creo que ahora ese es mi nuevo anhelo.
Cada minuto, cada segundo que pasa nos vamos muriendo. Ya nacemos muriendo, es la ironía de la vida. Todo es muerte.
Solía ser un puberto como la gran mayoría. Recién comenzaba la etapa de la secundaria y en aquel entonces de gustos musicales tambaleantes explotaba el "bum" del "rock en tu idioma". Cantaba (o más bien berreaba) las letras de grupos como Soda Stereo, Toreros Muertos, Enanitos Verdes y algunos otros; todos argentinos o españoles. Poco tiempo después llegaron a mis oídos los Caifanes con su disco homónimo realizado en el año de 1988: año crucial para mí (y creo a mi entender que también para el rock hecho en México).
Lo que me gustaba en esa época era ir con mis papás a la despensa porque eso significaba golosinas y un cassette o un disco Lp. Recuerdo muy bien que el departamento de música se convertía automáticamente en un refugio, un santuario donde entre tantos tesoros sólo podría obtener uno; así que debía ser muy cuidadoso con la elección. Siempre pedía uno en especial: "Seventh Son of a Seventh Son" de Iron Maiden y siempre recibí un rotundo no como respuesta; según mi padre la música que contenía el acetato no era lo que yo veía en la portada, mi papá creía que solo me llamaba la atención lo espectacular de la tapa del disco, ahora me da mucha risa porque sin yo saberlo mi papá me llamaba "posser" y creo que él tampoco sabía que lo hacía (lo más seguro es que todavía no lo sepa); entonces tenía que conformarme con el Hits Collection '88, alguno de Polymarchs o cualquiera del ya mencionado Rock en tu Idioma.
No conforme ante las diversas y constantes negativas hacia mi deseo, tuve que comenzar a no gastar en la cooperativa de la escuela, no importaba no comer en el receso, y así fue que aprendí que cuando una persona anhela algo de verdad se tienen que hacer sacrificios importantes. Total que más o menos a los 15 días de no tener "lunch" (y mi estómago mentándomela cada uno de esos días) fue que pude sí alimentar mi curiosidad y adquirí el cassette que cambió mi vida y mi total percepción de la existencia (y no exagero)... Tal vez podría considerar aquel día de Noviembre como el día de un nacimiento porque hay un antes y un después de haber escuchado por primera vez aquellas canciones que ahora son imperecederas. Y realmente fue el día de mi nacimiento en el exquisito mundillo del heavy metal. Después llegarían el thrash, el death y demás corrientes del metal (Pero esa es otra historia). Un mundo se abría ante mis sentidos. No conocía entonces lo que era sentirse verdadera y conscientemente feliz. Y no han sido muchas la veces que lo he estado, ni tampoco la más importante, pero a final de cuentas lo que todos buscamos es el camino hacia la felicidad sin importar si es una gran felicidad o una pizca de la misma. Por eso es que la puedo reconocer tan bien y es que si entramos en discusiones interminables y aburridas (por no decir cursis) no es lo mismo reír que ser feliz, pues recordemos que a veces cuando nos ponemos la careta de la alegría el alma llora y visceversa, Pero bueno; no es la superficialidad de un disco como pareciera el motivo de esta felicidad mencionada, sino es el grandioso hecho de descubrir tu esencia oculta y desconocida hasta entonces; el reconocer tu lugar en el mundo en el cual estás; el hecho de saber quien eres: eso es un motivo muy grande para ser feliz.
"Seventh Son Of A Seventh Son" es el séptimo álbum de estudio de Iron Maiden lanzado en 1988 (excelente año). Se trata de un disco conceptual que rescata la leyenda medieval del séptimo hijo de un séptimo hijo varón, relata desde el nacimiento de este personaje, descubrimiento de su destino y ciertos poderes como la clarividencia, hasta el momento de su muerte. Sin duda alguna este es de mis 5 discos favoritos de todos los tiempos el que ocupa el primer puesto, por varias razones: 1. con esta placa conocí a la que se convertiría en mi banda favorita, 2. porque con este lanzamiento fue con el que incursioné en el ámbito metalero y toda la parafernalia y la magia que éste conlleva y 3. simplemente porque es un excelente disco lleno de composiciones gloriosas y clásicas en la total discografía de la Doncella de Hierro.
Sólo basta el inicio casi susurrante de "Moonchild" hasta dar paso a los sintetizadores (que ya venía experimentando la banda desde "Somewhere in Time") y las guitarras incisivas para darte cuenta que la banda todavía se encuentra en su punto álgido. "Infinite Dreams" es a mi parecer una de las canciones más progresivas de este disco y personalmente una de mis favoritas de la banda. "Can I Play With Madness" es para muchos un trallazo, es el track más pegajoso y aunque muchos me la mienten no es tanto de mi agrado (sin embargo es un clásico indiscutible). "The Evil That Men Do" es otra canción que no falta en las presentaciones en vivo de Iron Maiden, con estupendas melodías y coros que te incitan ponerte a cantar, se notan un Adrian Smith y un Dave Murray a plenitud. "Seventh Son Of A Seventh Son" es otra canción con toques progresivos y la más épica del álbum con más de nueve minutos de duración pero que en ningún momento enfada ni se hace tediosa (sería un sueño escucharla en vivo). "The Prophecy" podría ser para algunos el track más flojo de este larga duración, sin embargo a mí no me lo parece, Murray hizo un excelente trabajo aquí. "The Clairvoyant" nos muestra a un Steve Harris pletórico y se nota su gusto por los arreglos progresivos, otro clásico que no se cansa uno de escuchar en sus presentaciones en vivo. Finalmente "Only The Good Die Young", una canción que a mí en lo particular me gusta mucho por su melodía y por el trabajo excelso de Harris en el bajo, tiene el clásico sonido Maiden, un final casi idéntico que el comienzo: un susurro de Bruce Dickinson que nos recalca que este ha sido un disco conceptual lleno de emociones y sensaciones auditivas y quizá... orgásmicas.
Si te gusta el Heavy Metal y no has escuchado esta placa... no has vivido. Up the Irons!
¿Quién no desea tener sus propias cosas? Todos anhelan algo en la vida. Algunos quieren tener su propia casa, otros tener su propio automóvil; muchos otros quieren su propio negocio. Yo deseaba tener mi propio espacio y hasta hoy a mis 35 años lo he encontrado en la inmensidad de la red. Y pues lo único que falta es llenar este espacio, lo cual considero que será lo más fácil y lo más difícil a la vez: fácil porque a diario vivimos; en el día a día nos llenamos de sentimientos y sensaciones por lo cual habrá mucho material para compartir. Y difícil porque plasmar de manera escrita lo que se vive y lo que se siente es un camino muy espinoso y tortuoso. Aún así el proyecto ha nacido, después de estarlo albergando en el laberinto de mi mente por más de una década y no queda de otra más que intentar llevarlo a buen destino y que no ocurra como en el pasado de la soledad donde se han perdido tantas y tantas maravillas.
A lo largo de mi no tan corta vida, mi existencia ha transcurrido por diferentes etapas durante las cuales he escrito muchísimas piezas musicales, letras de canciones, relatos de ficción y terror, pensamientos y un largo etcétera. Pero por creer que la memoria jamás se apagaría, todo eso se ha ido. Todo aquello será un secreto que me llevaré a la tumba. Y es triste porque será un secreto hasta para mí. Y será una pena porque a final de cuentas si cada quien pudiera dejar su obra plasmada en un pedazo de papel o en cualquier lugar no alejado de la luz a los ojos de quienes están unidos a nosotros, estaríamos encaminándonos un poquito a sembrar nuestra propia eternidad. Por tal motivo es que decidí crear este espacio: para poder dejar testimonio de mi muy personal punto de vista, mis gustos y disgustos. Trataré de hacerlo lo mejor posible a pesar de las limitantes en cuanto a conocimientos sobre los temas que se tratarán, las recomendaciones que se realizarán y el lenguaje escaso que poseo.
Después de todo este es mi espacio. A quien guste lo que aquí hay es bienvenido y a quien no le guste... no lo necesito. Todo lo aquí escrito es mi propia palabra en el presente, salvo algunas hojas sueltas que pueda yo encontrar de antiguos escritos o fragmentos de alguna composición, serán reseñados como un pasado lejano. Que comience el espectáculo...
